La leyenda de la dama de blanco; de Isla Timbó; «Ella es mi mamá»
Dicen que aparece de blanco. Que viste con lo que queda de un viejo vestido. Otros dicen que no: que en realidad es una túnica mortuoria, lo que estaría más acorde con su tragedia. La ven reír, otras veces, llorar. Pero está ahí. Hoy, muchos creen que es el fantasma más famoso en Misiones. La “dama de blanco”, así la llaman. Cuentan que comenzó a aparecer en la década del 70 y que desde esa vez ya no se fue.
Esta leyenda pasó de generación en generación. La conocen niños, adolescentes, jóvenes, adultos, abuelos… En la zona, su presencia impone respeto, pero también temor. Su popularidad no para. Son cientos los camioneros y lugareños que afirman que en el trayecto Ayolas-Cruce Isla Timbó, departamento de Misiones, se manifiesta ¡una mujer póra!
Testimonios de personas que la vieron abundan y siguen. Aseguran que es una joven rubia y de ojos azules, que aparece como si nada y desde la nada, para luego volver a desaparecer por arte de magia.
Esta leyenda urbana del fantasma de Isla Timbò siempre sembró interrogantes, como todas las de este tipo. ¿Es todo un invento? ¿Una alucinación? ¿O en realidad se le aparece a las personas? Las dudas son despejadas por una mujer que, para la historia, cumple un papel muy importante: dice ser la hija de la “dama de blanco”.
“Esa persona que aparece es mi mamá. Es un ángel que no descansa”, fue el relato que dio Cipriana a Crónica, quien aseguró que el “espíritu” de su madre Benita, quien falleció hace 54 años, es la que hace presencia en el tramo. “La que aparece es mi mamá, se llamaba Benita, pero todos la conocían como ‘Kuña’i’. Ella falleció un 4 de julio de 1968. Tenía 23 años cuando eso. Era rubia de ojos azules”, señaló.
SU MUERTE
“En esa fecha, ella iba a caballo con mi hermano y, cuando estaba en ese lugar donde había una tranquera, tuvo la mala suerte que un rayo se le cayera encima. Murieron mi mamá y el caballo. Mi hermano se salvó”, agregó. “Yo decía que nos buscaba a nosotros principalmente, a mi hermano que iba con ella y se le quedó ahí en esa esquina. En ese momento yo me quedé con mi abuela. No muy lejos de ahí”, añadió.
A la consulta del porqué cree que el alma de su mamá Benita es la que aparece en ese tramo de la ruta, dijo que: “Mi papá, quien todavía vive allí cerca, había cambiado la cruz que se colocó en el sitio donde ella falleció. La llevó lejos de donde ocurrió el hecho. Yo digo que no le gusta que su cruz no esté en el lugar donde ella murió”, sostuvo.
“Los colectiveros no querían parar más en ese lugar, por temor a que aparezca. Encima hace un tiempo ese era el único sitio donde se podía esperar micro”, dijo. “Cuando ya oscurece, nadie quiere pasar por ahí, según cuentan. Yo les digo que no le tengan miedo, ella es buena”, agregó.
“Dicen que las personas que mueren muy jóvenes, no descansan. Ella tenía 23 años cuando se le cayó un rayo en ese lugar. Yo no tuve la suerte de verla cuando se manifiesta, pero uno de mis hermanos sí. Él volvía de hacia la escuela de San Patricio cuando la vio, estaba a caballo y con ropa blanca”, señaló.
“Creo que no deberían tenerle miedo, ella es buena”, dijo con la seguridad de una hija que le habla a la madre. “Los camioneros cuentan que les ataja y ellos paran, pero no está nadie. Incluso hay choferes que la buscan, pero no la encuentran. Si van llévenle vela o háganle una misa”, finalizó.
Fuente: Crónica – Octubre 2022