¿Otro sistema público de salud es posible?
El caso del Pastor Abreu demuestra la concentración de privilegios para los amigos del poder político en las esferas del Estado. Mientras que la ciudadanía “común” no tiene garantías de acceso a servicios básicos de salud ni a otros derechos humanos fundamentales. ¿Es posible un sistema de salud pública sin polladas solidarias? Le invitamos a reflexionar con las siguientes ideas para un sistema de salud pública universal.
A continuación, presentamos un resumen de las ideas principales publicadas por la cooperativa de comunicación “El Surtidor” en un futuro posible con reformas significativas de avance hacia el estado social de derecho en materia de salud pública.
“Se cuadruplicó el presupuesto del Ministerio de Salud en relación a lo que se destinaba a salud pública antes de la pandemia. Esa crisis sanitaria trajo cambios impensados. Los recursos se obtuvieron de una reforma tributaria muy peleada. Luego de varias movilizaciones convocadas por jóvenes en contra del lobby tabacalero en el Estado, se logró aumentar el impuesto selectivo al consumo del tabaco en un 70%, lo recomendado por la OMS”.
“Se aprobó una ley de etiquetado de alimentos que cambió el comportamiento de la industria alimentaria. Las mismas empresas se autorregulan y ofrecen productos con menos azúcares, grasas saturadas y sodio. Quieren evitar el etiquetado que informa al consumidor sobre el riesgo de comprar un producto”.
“Pero el foco del sistema de salud ya no es solo atender la enfermedad. Cambió el modelo de gestión. Ahora existe una red de servicios de atención primaria, con un médico o médica con residencia completa en pediatría, ginecología, medicina interna o medicina familiar que acompaña a la gente de cerca, desde la concepción hasta la muerte, y trabaja en prevenir la enfermedad partiendo de los barrios”.
“El personal de salud es cálido, amoroso y respeta a las personas en toda su diversidad. Gracias al plan de tolerancia cero a la mortalidad materna, el sistema de salud acompaña a las embarazadas para que cumplan con el protocolo prenatal. Sigue de cerca la vacunación de las madres así como los controles e identifica a aquellas en situación de riesgo por tener alguna enfermedad de base o por estar ubicada lejos de un centro médico”.
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